Iré a donde pueda sentir
el césped bajo mis pies
A donde las mañanas sean frías
Y huelan a campo y miel.
Iré a donde mis ancestros me esperan
para platicar juntos otra vez
allá donde el pasado no pesa
y el futuro no se pretende saber.
Iré tan lejos de este mundo
y tan cerca estaré de ti
como si a través de un recuerdo
me pudieses otra vez sentir.
Así que no temas por mi
iré a donde nada duela
y hablaré muy bien de ti
allá te esperare, tu vive feliz.
Díaz, Laura. (2 de enero, 2017.) México.
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Fotografía: Miguel Navarro