Ven a mí luz de mi alma,
permíteme sentir TU AMOR
ese amor tan puro, tan libre,
tan profundo y sublime.
Ven Jesús a mi.
No te merezco, lo sé
pero Tú entregaste todo
por un "Sí" de mí.
Ven a mi, mi Rey y Señor
el amante más dadivoso,
el esposo más amado
Dios verdadero Hombre.
Permíteme llorar profundamente
por no amarte como mereces
por vivir sin conocerte
por ofenderte tantisimas veces.
Ven a mi Señor, ven a mi vida
quedate conmigo pues debil soy
te entrego por completo mi corazón
mi frágil y herido corazón.
Texto: Laura Díaz
Imagen: Señor_de_la_Columna,Atotonilco_Gto..JPG (2048×1536) (wikimedia.org)