Cuando ya mis fuertes huesos
sean ya solo polvo entre la tierra,
y mis ideas queden como tantas más
dispersas en el enorme espacio.
Quedaran probablemente olvidadas
entre viejos baúles y cajas,
algunas de mis tantas fotografías,
que mostraran a su espectador una parte mía.
En ellas estará mi recuerdo
esa pequeña parte de lo que fui una vez,
donde estaré triste o sonriendo,
haciendo solo lo que solía hacer.
Mi recuerdo, en fotografías impreso,
mostrando en mis ropas y cabello,
alguna moda que para entonces,
habrá marcado ya un tiempo.
Platicando o trabajando,
con amigos y compañeros,
algunos aun vivos,
algunos ya muertos.
Ahí les dejo mi recuerdo,
manchado por la humedad,
o devorado casi por completo,
por ese señor, al que llaman tiempo.
Los verdes campos,
y mi humilde casa,
mostrados por aquellos,
viejos y atrevidos pigmentos.
Y es, gracias a ese papel,
que los nietos de mis hijos
me podrán conocer, mis rasgos,
facciones, o el color de mi piel.
Espero que alguien encuentre,
entre polvo a ese viejo papel,
para que sepa como era este mundo,
mucho antes de que llegara el.©
Díaz, M. Laura (2014, 31 de octubre)
para: http://poemasdmln.blogspot.mx/
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