Me dolió tu indiferencia
tu egoísmo ha carcomido
mi corazón desentendido
has robado la piedad...
la piedad que me quedaba
Y ahora que ya no hay nada
nada que te socorra
nada que te procure
vienes con palabras sinceras
a justificar tus problemas.
Pero no, ya no hay nada
ni oraciones piadosas
ni lagrimas ni esperanza
ni empatía o tiempo
ni nada de tolerancia.
Comprendí a base de llanto
que si estas ciega
es por propia decisión
por justificar tu traición
has robado mi amor.
Así que no, no entiendo
ni quiero entender
mis triunfos te comieron
y sinceramente no entiendo
ni como, ni mucho menos porque.
En algo que yo no sembré
y que ademas te advertí,
no me quiero entrometer
hazte cargo entonces
de tus propias decisiones.
Texto: Díaz, Laura.
Imagen: Miguel Navarro.
04 de enero, 2017. México
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