Nunca había visto a un ave caer y volverse trizas..
Pero sucedió... Y me dolió en el alma verla caer y perder su dignidad. Esa que era su belleza aquella de la que me enamoré.
Cayó lenta y dolorosamente por gusto y no por las circunstancias.
Porque en los peores momentos es cuando se conoce verdaderamente a las personas. Y para mi desgracia así fue.
Y las promesas que me pinto fueron solo palabras al viento.
Y los ojos que me miraron serenos fueron los mismos que, observándome me mintieron.
Resultó ser un cuervo y no una paloma.
Resultó que me utilizaba y no que me amaba.
Y yo. Yo quede tan herida, tan destrozada...
Fueron años perdidos, una parte importante de mi vida le entregue. Creí y aposté, pero hay veces, que, hasta las acciones engañan.
Me sumergi en mi llanto, en mi penar...
Y ahora, ahora, tengo que volver a andar...