No he querido decirte nada,
y sin embargo, lo sabes todo,
que puedo decirte ya?
si mi alma me ha delatado.
Mis dolorosas lagrimas
han pegado en tu tibio pecho
y me vuelvo hacia ti
otra vez y mil veces para ti.
Aquí estoy, tus ojos serenos
me transmiten la paz
que necesita mi interior,
sin ti, no soy nada.
Mejor ser polvo
que no ser sin ti,
guíame a mejorar día a día
para merecer estar cerca de ti. Amén.
Díaz, M. Laura N.
México, (29 de marzo,2015).
Una pequeña oración. Gracias a Dios.