Hoy mis manos están vacías,
entre el silencio aterrador
no encuentro consuelo.
Estoy temblando, estoy llorando,
caigo hacia mis adentros
es una tristeza del alma todo esto.
Han sido tantas, tantas
que ya no siento mis lágrimas.
Hoy mis manos están vacías,
ese bebé tenía una familia
que aún sin conocerlo
desde ya lo amaba, lo esperaba.
Hoy mis manos están vacías
¿A dónde iré a buscarle?
¿A dónde iré a llorarle?
Quiero gritar que me duele
me duele que lo haya matado
quien más debía amarlo.
No pude proteger al indefenso,
¡hoy mis manos están vacías!
¡perdóname pequeño!
¡perdoname mi niño!